Lo Que Todas las Personas LGBT de Más Edad Deben Saber Sobre los Testamentos
June 2011
No es sorprendente que a muchas personas se les dificulte hablar sobre la planificación del fin de la vida, y que esperen hasta que es demasiado tarde para redactar su testamento. Se estima que dos tercios de las personas fallecen sin haber elaborado un testamento (“intestadas”), aunque morir sin un testamento puede tener consecuencias devastadores para las personas LGBT dado que, en la mayoría de los casos, la ley no reconoce a nuestras familias de elección: a nuestras parejas, amigos y cuidadores.
Si mueres sin dejar un testamento, la ley interviene y hace varias suposiciones sobre cómo tú hubieras querido que se distribuyera tu propiedad y quién hubieras querido que sirviera como tu representante legal. Con la excepción de algunos estados que reconocen el matrimonio o un estado similar para personas del mismo sexo, la ley no reconoce a tu pareja como tu pariente más cercano. Igualmente, ningún estado reconocerá bajo circunstancia alguna a tus amigos cercanos como tu familia, no importa cuán importante el papel que hayan jugado en tu vida. La ley, en vez, define las relaciones tradicionales en términos de biología o adopción. Eso significa que tu primo segundo a quien no has visto en 30 años tendrá prioridad sobre tu pareja o tu mejor amigo, a los cuales la ley simplemente considera “extraños legales”.
La única manera de evitar ese desenlace es firmar un testamento que claramente indique tus deseos. Algunas personas cometen el error de pensar que escribir sus deseos en un pedazo de papel será suficiente. Aunque eso tal vez sea mejor que nada, un testamento es un documento legal que debe cumplir con ciertas formalidades complicadas, como por ejemplo, las reglas que gobiernan a los testigos. Estas formalidades varían de estado a estado, y sólo unos pocos estados respetan un testamento escrito a mano u “holográfico”. Incluso en esos lugares donde se reconocen, los testamentos escritos a mano con frecuencia generan más preguntas que respuestas y suelen ser impugnados con más frecuencia por los parientes más cercanos.
Desafortunadamente, la preferencia que la lay le da a la familia tradicional sigue siendo tan fuerte, que los miembros de tu “familia legal” pueden disputar un testamento que favorece a tu “familia de elección” y tratar de que el testamento se anule basándose en ciertos argumentos legales, incluidas la falta de capacidad y lo que se denomina “influencia indebida”. Bajo la ley, esto es posible porque los miembros de tu “familia de elección” no se consideran “objetos naturales de tu riqueza”. Por esta razón, es importante consultar con un abogado que conozca sobre la planificación de patrimonios de personas LGBT y sobre las necesidades particulares de la comunidad LGBT. Cuando de la planificación del patrimonio se trata, el mismo molde no aplica para todos.
Durante la planificación del patrimonio, dependiendo de tus bienes, también podrían surgir problemas impositivos. El impuesto federal sobre el patrimonio sólo aplica a patrimonios relativamente grandes, pero las parejas del mismo sexo no cualifican para una generosa deducción matrimonial ilimitada. Las leyes de herencia varían grandemente de estado a estado, y es la ley estatal la que determina si una pareja del mismo sexo calificará para beneficios bajo una disposición matrimonial. Sin importar el tamaño de tu patrimonio, es importante que recuerdes que la única manera de asegurarte de que se respeten tus deseos es escribiendo un testamento, y que la mejor forma de hacer eso es consultando a un abogado.
Nancy J. Knauer es la Profesora de Leyes I. Herman Stern de la Facultad de Derecho de la Universidad de Temple. Ésta da cursos en las áreas de Derechos Políticos y Cívicos, Propiedad, Sexualidad y la Ley, y Sistema Fiscal. Su libro más reciente, Gay and Lesbian Elders: History, Law, and Identity Politics in the U.S., examina los singulares retos a los cuales se enfrentan los gays y las lesbianas de la tercera edad.